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Invertir para el medio ambiente

El futuro de las energías renovables y el Pacto Verde

Diciembre 2021

Las energías renovables cautivan el interés de los ciudadanos y el tejido empresarial mundial.  A medida que la recuperación económica es una realidad, y superados los peores momentos de la pandemia, la subida lineal del gas o el petróleo, a escala internacional, ha puesto a las renovables en el disparadero.

La escala de precios de la energía empieza a ser un quebradero de cabeza para las economías mundiales, en especial para los países dependientes. Hasta dónde se abrirá o cerrará la espita de gas ruso, o del norte de África, es noticia recurrente una vez pasados los meses del verano. Aunque la mayoría de los expertos descartan hablar de crisis energética, ya se están poniendo en marcha los primeros mecanismos de protección ante un posible escenario de carencia de productos energéticos básicos. 

El gas es un asunto de estado. Mientras el norte de Europa trata de reforzar los vínculos de colaboración con Rusia, en el caso de España, las autoridades hacen importantes esfuerzos diplomáticos para tener garantías de suministro de gas argelino y marroquí. 

En este escenario de dependencia energética, las energías renovables cobran protagonismo. Sobra decir que son un beneficio incuestionable para la Humanidad. Sin embargo, es inevitable preguntarse si están preparadas para mitigar los efectos surgidos por un entorno de incertidumbre. 

Si se trata de medir su evolución, los datos son espectaculares: la capacidad energética mundial se incrementó en 2019 hasta un 34,7 por ciento, en comparación con el 33,3 por ciento registrado a finales de 2018. En la última década se han implementado 3 billones de dólares en energías renovables en todo el mundo. 

En todo caso, los expertos coinciden en que este proceso de adaptación de las energías renovables por el gas u otras fuentes energéticas, necesitan recursos económicos sólidos y sostenibles en el tiempo. Europa, al menos, ha hecho los deberes y ha dado el primer paso con el Pacto Verde cuyo horizonte culminará en 2050 con el objetivo de ser el primer continente climáticamente neutro. Claro está,  si los complejos equilibrios políticos lo permiten.

Cuestión de responsabilidad

Las inversiones en energías limpias y sostenibles, en general, no son una moda pasajera. Son además un ejemplo de responsabilidad. Han llegado para quedarse, además empiezan a formar parte de nuestras vidas: desde los habitantes de cualquier municipio que disfrutan del autoabastecimiento, hasta una gran urbe donde los vecinos demandan un aire limpio y unos recursos sostenibles.  

Hay iniciativas realmente novedosas en este entorno, como el caso de la calculadora que cuantifica el impacto de una inversión en energías limpias.

(Desempeñe su papel en la lucha contra el cambio climático con una estrategia de energía limpia – Pictet Asset Management). 

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