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Economía y finanzas

Qué es la economía real: explicación en 10 puntos

La economía real explicada en 10 puntos

Febrero 2022

De este tema se habla mucho y con mucha frecuencia. Pero ¿qué es, de qué se compone y qué relación tiene con el mundo de las finanzas?

La economía real es lo que nos rodea. Lo que compramos, producimos y vendemos. Una realidad a la que están asociados ciertos términos como «crisis» y «recuperación». A continuación explicamos en diez puntos cómo funciona.

Economía real: una definición

La economía real es el ámbito económico, tanto público como privado, caracterizado por la producción y la distribución de bienes y servicios.  

De qué se compone la economía real

La lista de actividades es amplia y diversificada: comprende, entre otras cosas, la producción industrial, los inmuebles, el comercio, el intercambio de mercancías, el desarrollo y la venta de servicios.

Diferencia entre economía real y financiera

La expresión «economía real» se distingue de la llamada «economía financiera», que se caracteriza por la ausencia de producción de bienes y servicios. Por tanto, está formada por acciones, bonos y obligaciones, derivados, fondos y otros instrumentos financieros, más o menos complejos, más o menos relacionados con la economía real.

Main Street frente a Wall Street

En el glosario estadounidense existe la expresión «Main Street». Literalmente, quiere decir «calle principal», pero se refiere a la economía real. Este término fue acuñado en contraposición a Wall Street, la calle de Nueva York en la que se encuentra la bolsa estadounidense y que, por extensión, da nombre al mundo de las finanzas. Por tanto, el término «Main Street» marca —en sentido crítico— la diferencia entre la economía real y la financiera, como si ambas, que nacieron para complementarse mutuamente, hubiesen llegado a ser conceptos opuestos.

Relación entre la economía real y los bonos y obligaciones

La economía real y la financiera no siempre van de la mano. Pero, en cualquier caso, son evidentes los lazos existentes entre ambos mundos. En el caso de los bonos y obligaciones, por ejemplo, el precio y el rendimiento están determinados —además de por la demanda y la oferta— por los fundamentales del emisor (ya sea una empresa un Estado): se trata de variables, como el PIB, radicadas en la economía real.

Relación entre la economía real y las acciones

Lo mismo se puede decir en relación con las acciones. Si el intercambio de valores en la bolsa es un componente esencial de la economía financiera, cabe recordar que el precio —marcado por la demanda y la oferta— está asociado a variables económicas, como la salud de una empresa, sus perspectivas y las perspectivas del sector en el que opera.

Invertir en la economía real

Por todo esto, la distinción entre Main Street y Wall Street es más sutil de lo que pueda parecer. Además de la relación entre las acciones, los bonos/obligaciones y la economía, existen inversiones destinadas directamente a sostener la economía real, es decir, instrumentos financieros que orientan recursos hacia sociedades de capitales (a menudo, de su mismo país) que operan en sectores no financieros.

El concepto de recesión

Mientras que el término «crisis» es genérico, se habla de recesión técnica cuando se produce una caída del PIB durante dos trimestres consecutivos de forma coyuntural (es decir, con relación al trimestre anterior). 

Por tanto, se mide con una variable que se usa principalmente en la economía real, a pesar de que no esté en absoluto desvinculada de la financiera. En efecto, la desaceleración puede deberse a factores «endógenos» (es decir, internos del sistema económico) o «exógenos» (externos, como el panorama geopolítico o una pandemia).

Crecimiento y repunte de la economía real

El crecimiento está marcado por la evolución del producto interior bruto (PIB). Aunque el término se use más en el ámbito financiero (y sea más probable que se dé en este), en el ámbito de la economía real también se puede hablar de «repunte». 

Se produce en el caso de un crecimiento intenso seguido de una fuerte caída. Lo hemos visto con la pandemia, cuando un factor exógeno (la COVID-19) provocó una caída de la economía real. Con el levantamiento de las restricciones, las actividades (que no hubiesen sucumbido por su propia debilidad) se reanudaron de manera más repentina de lo normal en un ciclo económico tradicional.

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