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El oro, un baluarte contra la inflación

El oro es un valor refugio preferente cuando reaparece la inflación.
Julio 2021

Cuando la inflación sube pero los tipos de interés de los bonos y obligaciones son bajos, se produce una depreciación del ahorro de los inversores. En esas circunstancias, el oro se convierte en un producto de inversión de calidad: aunque no ofrezca beneficios, su valor sube cuando los tipos de interés reales caen.

En el punto más crudo de la pandemia, entre marzo y agosto de 2020, el precio de la onza de oro subió de los 1.477 dólares a un máximo histórico de 2.051 dólares, lo cual supuso un repunte del 38,8%. En épocas de incertidumbre, el oro es percibido como un valor refugio por los ahorradores. Los temores asociados a la inflación no constituyen una excepción a la regla.

Los intereses de los títulos de deuda pública ya no ofrecen protección contra la inflación

Por tanto, como es lógico, desde la primavera de 2021 el precio del oro se ha mantenido a niveles superiores a los 1.700 dólares la onza. Actualmente, la inflación es elevada (un 5,4% en junio de 2021 en EE.UU.), pero por el momento se mantienen sin cambios las acciones de la Reserva Federal relativas a los tipos directores y las recompras de activos. Actualmente, los bonos del Tesoro estadounidenses con vencimiento a diez años ofrecen una rentabilidad inferior al 1,3%. 

Por consiguiente, los cupones pagados a los ahorradores que poseen títulos de deuda pública no son suficientes para cubrir la inflación. En ese caso, se habla de tipos de interés reales negativos. Cuanto más acusado es el diferencial entre la inflación y los tipos de los títulos de deuda pública, mayores son las pérdidas para el inversor. Así, las sumas conservadas en el banco sufren grandes depreciaciones. 

En ese caso, un gran número de inversores recurre al oro, puesto que el metal amarillo se comporta de manera contraria a los tipos de interés reales. Lo que les interesa no es la rentabilidad de sus ahorros, sino conservar el valor de sus bienes. Si los tipos de interés reales se precipitan, el oro subirá.

El oro no debe tener una ponderación superior al 10% en las carteras

Actualmente, es difícil decir si el aumento de la inflación al que estamos asistiendo perdurará o no. A los que piensen que puede prolongarse y que los bancos centrales no tocarán los tipos directores les interesa invertir en el oro. Los que, por el contrario, piensen que se trata de una situación pasajera, pueden mantenerse al margen.

En todos los casos, cabe recordar que es importante tener una cartera diversificada. Aunque el oro proteja contra la inflación, la mayoría de los especialistas aconseja no dedicar a este activo más del 5-10% de una cartera. Los especialistas aconsejan recurrir a las piezas o a los lingotillos (de entre 10 y 100 gramos), al ser más ligeros y, por tanto, más líquidos que un lingote de 1 kg.

Cuestiones esenciales a tener en cuenta

  • Si no va seguida de un repunte de los tipos directores, la inflación genera tipos de interés reales negativos.
  • El oro evoluciona a contracorriente con respecto a los tipos de interés reales y, por tanto, actúa a modo de protección.
  • Para los que teman que la inflación se mantenga sin una subida de los tipos de interés, constituye una buena defensa.
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