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Movilidad sostenible

Vía libre para el tren de hidrógeno verde en España

Septiembre 2021

El Gobierno planea que para 2030 haya al menos dos líneas propulsadas por esta energía limpia para la que se invertirán 1.555 millones de euros hasta 2023 y 8.900 para 2030.

España no quiere perder el tren de hidrógeno verde  y para ello ya tiene su ruta marcada.  Este combustible, que frente al hidrógeno negro o el gris que se obtienen de hidrocarburos, genera una baja huella de carbono al producirse mediante electrólisis con energías renovables, lo que lo erige como la tecnología idónea para hacer más sostenible el transporte del futuro. Si el progreso se ha construido a base de locomotoras, lo que en un arranque carburaba con vapor y después con electricidad –con una mayor infraestructura necesaria–, ahora apunta al hidrógeno verde. 

El Gobierno español ha aprobado para ello la Hoja de Ruta del Hidrógeno con objetivos nacionales a 2030 como producir 4 GW de potencia instalada de electrólisis –que emplea energías limpias y agua para fabricar el hidrógeno renovable– lo que representa el 10% de las metas marcadas por la Comisión Europea para toda la UE en 2030. Dicha tecnología es clave para conseguir que Europa sea climáticamente neutra para 2050 y reduzca un 50% las emisiones de gases invernadero, tal y como recoge el Pacto Verde de la UE. Como el 46% de la red europea ferroviaria sigue utilizando diésel –en torno a un 40% en el caso de España, en las líneas más pequeñas–, el Ejecutivo nacional se ha marcado como meta tener al menos dos líneas de tren comerciales de hidrógeno verde.
Apuesta del sector privado

Esta meta parece estar al alcance. Repsol y Talgo firmaron este verano una alianza para fomentar el tren renovable que, en sus palabras, permitirá contar con estas dos líneas que proyecta el Ejecutivo para 2030. Mientras Talgo se encargará del diseño, fabricación y puesta en marcha de los nuevos trenes de media distancia y cercanías, Repsol impulsará este tipo de proyectos a través de su infraestructura de generación de hidrógeno renovable y logística que abastezca a la red ferroviaria. 

La petrolera está presente en varios proyectos relacionados con la tecnología en nuestro país: ya es el primer productor de hidrógeno en España, opera en Cartagena la mayor planta de hidrógeno de Europa y también participa junto a Talgo en el Corredor Vasco de Hidrógeno, entre numerosos proyectos.  Por su parte, Talgo tendrá su tren de hidrógeno en 2023 con el desarrollo del llamado Vittal-One –lugar que ocupa el material en la tabla periódica– en cercanías y media distancia.

España, futuro hub renovable de Europa

Todo un avance ante el objetivo del Ejecutivo de que España sea un puntal de las renovables en Europa. Para ello se antojan clave los fondos europeos del Next Generation EU en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Ejecutivo quiere utilizar estos recursos para destinar 1.555 millones de euros al desarrollo de hidrógeno renovable de 2021 a 2023 y desplegar una inversión de 8.900 millones hasta 2030 de la mano del sector privado. 

Además de poderse utilizar como combustible, permitiendo que los trenes se recarguen en cuestión de minutos, el material también tiene gran futuro como instrumento de almacenamiento. «El potencial es enorme: hablamos de almacenar toda la energía que a España le sobraría los primeros 180 días del año -y que podríamos obtener de manera 100% renovable- para utilizarla los siguientes 180 días del año. Es un almacenamiento ingente y su desarrollo va de la mano de la instalación de renovables», abunda el presidente de la Asociación Española del Hidrógeno, Javier Brey que añade, ante la hoja de ruta aprobada por el Ejecutivo, que «España puede liderar la economía del hidrógeno en los próximos diez años». El cambio ya está en marcha.

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