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Sostenibilidad medioambiental

Biodiversidad para la supervivencia de la humanidad

Mayo 2022

La biodiversidad es la gasolina de la vida y sino estamos a la altura como responsables del planeta azul, todo caerá como un castillo de naipes.

El ser humano en ocasiones olvida que no se puede concebir el día a día sin el respeto a las especies, el aire o a la tierra que nos alimenta y da cobijo. El mañana se presenta incierto. Si no se adoptan medidas rápidas y severas en favor de fortalecer el sensible equilibrio de nuestro entorno, hablaremos de una herencia envenenada a las futuras generaciones. Es la hora de actuar.

La biodiversidad define la vida en la tierra, y el futuro de esta sólo pasa por su conservación. Las sociedades han avanzado hasta el punto de que ya es inconcebible la existencia humana sin el control y máximo respeto hacia nuestra biodiversidad.

Las alertas ya están dadas, y algunos institutos como el Centro de Resiliencia de Estocolmo trabajan en nuevos planes, algunos muy novedosos e imaginativos, de cara a dar una respuesta contundente frente a un próximo decenio que corre serios peligros de colapsar.  

La biodiversidad se define técnicamente como “la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente”, según recoge Naciones Unidas. Pero el concepto se queda muy corto, ya que el corazón de la biodiversidad es frágil.  Aunque ha aumentado la concienciación  en ocasiones se imponen criterios cortoplacistas, normalmente de tinte político, poco eficaces. 

El biólogo y entomólogo norteamericano Edward O. Wilson, fue el primer gran formulador del concepto de biodiversidad con una definición que ha pasado a la historia: “la diversidad de la vida tardó miles de millones de años en evolucionar. Engulló las tormentas, las incorporó en sus genes, y creó el mundo que nos creó a nosotros. Es lo que hace que el mundo se mantenga estable".

El ejemplo español

España es un referente mundial en biodiversidad y lidera algunas referencias en el ámbito de la Unión Europea: contamos con más del 80% de las especies vegetales que habitan en la Unión Europea y el 50% de las especies animales, algunas de ellas especialmente protegidas como el lobo o el oso. Tres de los once grandes ecosistemas marinos están en nuestro país, sin olvidar que, después de Suecia somos el territorio con más superficie forestal. Ello se debe en gran parte a la situación geoestratégica de la península, así como de las islas que conforman el territorio español.

Sin embargo, hay casos descontrolados y de extraordinaria gravedad, como es la tragedia medioambiental de la Manga del Mar Menor, que sin duda requieren acciones mucho más decididas y ambiciosas para evitar la grave herida en el ecosistema marino. Demasiadas cosas están en juego. 

Aunque algunas instituciones tienen en su ADN el respeto por la biodiversidad y su inquebrantable compromiso por hacer de ella parte de su estrategia de relaciones interpersonales, es indudable que el riesgo es latente. De las recomendaciones se debe pasar a los hechos sin dilación: el tiempo apremia, y el planeta no puede esperar.

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